Ermita de San Saturio, Soria

domingo, 17 de enero de 2016

Paso a paso por San Saturio



Resultaría cuanto menos simplista acotar el interés de San Saturio, como conjunto histórico-artístico, exclusivamente a la ermita. En mi opinión, el paseo que conduce a ella, las construcciones que comparten el camino,  la flora que lo acompaña y la ermita en sí misma forman parte inseparable del conjunto soriano.
Al inicio del recorrido, tras pasear unos metros entre frondosos setos aparece ante nuestra mirada el Monasterio de San Polo. La historia nos cuenta que se encuentra en esa ubicación desde su construcción en el siglo XII, en época de Alfonso I el Batallador, y que perteneció, hasta su disolución, a la orden de los Templarios, tras la que pasaría a manos del monarca. Desde este punto, un pequeño arco de medio punto da paso al idílico Paseo de San Saturio en cuya meta se vislumbra la vetusta ermita. Durante el paseo, que transcurre en paralelo al río Duero, nos encontramos ante un majestruoso paisaje que no deja indiferente a nadie. Prueba de su inspiradora belleza la encontramos en algunos de los más hermosos versos de poetas como Gerardo Diego y Antonio Machado.
La ermita, como ya se explicó en post anteriores, se levantó en el siglo XVII sobre la gruta en la que vivió el santo. Dentro de ella, encontramos un recorrido perfectamente marcado que nos lleva por las distintas dependencias que forman parte de la misma. Al final de la primigenia cueva, encontramos la sala conocida como el Cabildo de los Heros, donde solían realizarse las reuniones de la hermandad de labradores. La segunda parada de este recorrido por el interior nos lleva al Oratorio de San Miguel, desde el que se accede, por medio de una escalinata, hasta el habitáculo del Santero. En esta estancia residía el encargado del cuidado y mantenimiento de la ermita. Tras recorrer esta pequeña estancia, un nuevo tramo de escaleras nos conducen hacia dos salas capitulares: la sala del cabildo y la sala del ayuntamiento de la ciudad.
Llegamos entonces al final del recorrido, en el que nos espera la contemplación de la sacristía y de la iglesia. La primera estancia acoge un hermoso retablo de estilo barroco, puede que para ir abriendo boca hasta llegar a la iglesia. Esta, de planta central octogonal, contiene un segundo altar que comparte estilo con el anterior. No obstante, el mayor atractivo de este final del recorrido se encuentra en el busto-relicario de San Saturio, contenedor de sus restos. El resto de la iglesia se encuentra profusamente decorada con la representación de los principales anacoretas de la Historia de la Cristiandad, en la cúpula, así como por los pasajes más representativos de la vida del santo.
Sin duda, la visita a San Saturio resulta una recomendable actividad tanto por su más que demostrado valor paisajístico, como por su interés histórico, artístico y cultural.  


Imágen: Cúpula de la iglesia de San Saturio. www.Desdesoria.es