Esta ermita, de estilo Barroco, fue
construida sobre la gruta eremítica a la que se retiró, en el siglo V, el noble
Saturio. De familia noble, tras perder a sus padres, regaló todos su bienes a
aquellos que se encontraban más necesitados, y tomó el camino de la vida
anacoreta, retirándose a una cueva de la sierra soriana de Santa Ana. En ella
llevó una vida de oración y construyó un oratorio en honor a San Miguel. La
fama de su santidad, llegó hasta San Prudencio, quien lo visitó y pasó con él 7
años estudiando los Evangelios, hasta que en el 570, Saturio falleció. Antes de
marchar, Prudencio lo enterró en la misma cueva, a la que volvería años después
organizando una peregrinación para venerarle y honrar sus reliquias. Desde
estos momentos, Saturio fue considerado Santo.
Con el tiempo, el santo soriano fue perdiendo
notoriedad, y tanto su enterramiento (recordemos, en la Ermita de San Miguel)
como su vida fueron cayendo en el olvido. Esta situación cambió en el siglo XVI
de la mano de la Iglesia y del ayuntamiento de ese momento. Tomaron la decisión
de levantar, sobre la antigua Ermita de San Miguel, una nueva dedicada a San
Saturio, devolviendo la fama a su vida y acciones y siendo nombrado, ya en
1743, Santo y patrón de la ciudad de Soria.
Sin
duda, el camino idóneo para llegar hasta ella consiste en seguir el sendero de
la ribera del río Duero, que tan hermosamente Machado describió en su
poema:
He
vuelto a ver los álamos dorados,
álamos del camino en
la ribera
del Duero, entre San
Polo y San Saturio,
tras las murallas
viejas
de Soria —barbacana
hacia Aragón, en
castellana tierra (….)
ANTONIO MACHADO. CAMPOS DE SORIA.
Tras la explicación del contexto histórico que
rodea la Ermita, en posteriores entradas trataré cuestiones como la situación
patrimonial en la que se encuentra, o los proyectos de gestión cultural de los que formaba parte.
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